<< Miré los muros de la patria mía...>>

 

Miré los muros de la patria mía,

si un tiempo fuertes, ya desmoronados,

de la carrera de la edad cansados,

por quien caduca ya su valentía.

Salíme al campo, vi que el sol bebía

los arroyos del sol desatados;

y del monte quejosos los ganados,

que con sombras hurtó su luz al día.

Entré en mi casa, vi que amancillada

de anciana habitación era despojos;

mi báculo, más corvo, y menos fuerte.

Vencida de la edad sentí mi espada,

y no hallé cosa en qué poner los ojos

que no fuese recuerdo de la muerte.

 

 

Francisco de Quevedo ( Madrid 1580/1645)

Diez siglos de poesía castellana

Selección de Vicente Gaos

Alianza Editorial, Madrid, 1979.